A lo largo de los últimos 10 años, las energías renovables se han establecido en nuestra sociedad. Solo en Europa, las energías limpias han pasado de proveer un 8% de la energía consumida en 2009, a un 18% en 2018. En el marco de la emergencia climática, la Comisión Europea ha fijado un objetivo ambicioso a través del Green Deal: conseguir una Europa neutra en emisiones para 2050. A la hora de alcanzar este objetivo, las energías renovables tienen un doble papel: para reducir las emisiones, es necesario que se extienda su uso mucho más allá de los niveles actuales. Al mismo tiempo, la mayor parte de las energías limpias (eólica, solar e hidroeléctrica) dependen de las condiciones atmosféricas y climáticas, que ya están cambiando, y seguirán cambiando en las próximas décadas.
Por ello, en esta ocasión queremos explicar qué aportan los datos y servicios climáticos al sector energético, para hacerlo más resiliente frente al clima, y conseguir llegar a los objetivos europeos e internacionales.
Predicciones a corto plazo: cómo apostar por el tiempo ganador
En plena pandemia de coronavirus, las apuestas por el tiempo que va a hacer se han convertido en tendencia. Sin embargo, la apuesta es mucho más seria para todo el sector energético: desde los productores energéticos y los gestores de la red eléctrica, a los operadores de energía. Tanto la demanda energética como la producción están impulsadas por las condiciones atmosféricas. Por tanto, una mala estimación de la producción energética (variable por las condiciones meteorológicas) o de la demanda, puede llevar a penalizaciones económicas para las productoras energéticas y poner en riesgo la estabilidad de la red eléctrica.
Por tanto, tener predicciones meteorológicas fiables puede marcar la diferencia. Especialmente en dos casos:
- Predicciones de oferta y demanda: Las condiciones meteorológicas juegan un papel doble en este caso. Por una parte, influyen en la demanda energética: un pico de temperaturas en verano, por ejemplo, se traduce en un pico en demanda energética, para alimentar el uso de aire acondicionado y otras necesidades de refirgeración. Por otro lado, la cobertura nubosa, velocidad del viento y otros factores climáticos fijan la cantidad de energía que las granjas eólicas y solares pueden producir. En ambos casos, los gestores de la red energética, los productores y los operadores se benefician enormemente de tener la información climática a mano, para estimar los niveles de oferta y demanda. Al trabajar con modelos de predicción de alta resolución, como WRF, hemosdesarrollado soluciones a medida para clientes como Iberdrola, para ayudarles a estimar mejor su producción de energía. (¿Necesitas más información sobre estos servicios? ¡Contáctanos!)
- Reducción y gestión del riesgo: La cadena de oferta energética es tan resistente como su eslabón más débil. Los aerogeneradores y paneles solares, el tendido eléctrico y las estaciones conversoras... todos estos activos en la cadena energética están expuestos a riesgos meteorológicos. Eventos extremos como inundaciones, tormentas o vientos extremos, a pesar de que tengan una baja tasa de ocurrencia, tienen imapctos devastadores. Y, debido al cambio climaico, se están volviendo maś frecuentes e intensos. Por ello es necesario contar con predicciones fiables de estos extremos — lo que llamamos predicciones subestacionales, entre 10 días y 3 meses vista — que permitan proteger estas localizaciones por adelantado. Para desarrollar estos servicios, formamos parte de CAFE (Climate Advanced Forecasting of sub-seasonal Extremes) Innovative Training Network, lo que nos permite transferir los últimos y maś precisos resultados del ámbito académico a la industria, para ofrecer predicciones más precisas.
Predicciones estacionales: cómo planificar un futuro cercano más seguro
Entre las predicciones meteorológicas a corto plazo y las proyecciones climáticas a largo plazo, contamos con un ámbito intermedio muy interesante: el rango que cubre de las predicciones subestacionales a las estacionales. Contar con información a medio plazo puede dar una visión muy valiosa a la hora de planificar acciones en los próximos meses. Por ejemplo: al ser capaces de predecir estaciones anómalas, los productores de energía pueden planificar las actividades de mantenimiento de las plantas y otras operaciones, para minimizar la pérdida de producción debida al periodo de tiempo que estén no operativas. Para los gestores de energía hidroeléctrica, predecir los niveles de precipitación estacionales permite decidir si liberar agua o no con mayor tiempo de antelación, haciendo una gestión más eficiente de los recursos. Y esta gestión más eficiente es extedible a cualquier sector: solar, eólico, o hidroeléctrico. A través de proyectos como EUPORIAS, hemos desarrollado servicios para ofrecer predicciones a medio plazo para el sector energético.
Proyecciones climáticas a largo plazo: localización, localización, localización
La decisión de dónde instalar una plata solar, eólica o hidráulica no es sencilla. Se trata de activos nó móviles que deben seguir siendo rentables y eficientes en las próximas décadas. Y a medida que el cambio climático hace que los eventos extremos sean más frecuentes e intensos, tener una mejor estimación de su impacto es esencial a la hora de hacer una buena gestión de riesgos. Para obtener proyecciones climáticas de alta resolución, formamos parte de proyectos como PRIMAVERA. Sus resultados no solo nos permiten hacer simulaciones de cuál será la producción media en las próximas decadas. También nos permiten conocer los procesos climáticos que están detrás de los riesgos meteorológicos en el sector energético, como las conexiones a gran escala entre lavariabilidad de los frentes polares, tormentas y bloqueos. Si quieres saber más, puedes explorar el Visor de Datos que desarrollamos para el proyecto.